Proteger nuestra segunda vivienda en temporadas bajas de robos
Una segunda vivienda es una propiedad que podemos proteger aunque nos encontremos lejos de ella. Sin embargo, para lograrlo hay que tener en cuenta un par de detalles importantes, por ejemplo la cerradura que haya en las puertas. Esto es muy importante, ya que los okupas y ladrones pueden entrar fácilmente si la seguridad es muy baja.
¿Cómo proteger una segunda vivienda de robos?
Proteger una segunda vivienda puede ser algo muy molesto, sobre todo si esta se encuentra muy lejos de nuestra vivienda principal. Sin embargo, hay un par de buenos consejos que podemos seguir para lograr que esta propiedad se mantenga segura. Por lo que vamos a ir viendo cuáles son esas recomendaciones:
Cambiar la cerradura
Esta es una de las mejores opciones que hay para proteger una segunda vivienda y es elegir una cerradura de alta seguridad. De este modo evitamos que un okupa o ladrón entre a nuestro hogar con técnicas como bumping. Sin embargo, hay un detalle importante a conocer y es que si hay necesidad de cambiar la puerta trata que sea similar a la de otros vecinos.
En estos casos no conviene colocar una puerta diferente a la de otras casas porque llama mucho la atención. Por este motivo lo mejor que podemos hacer es buscar una puerta similar a la del resto de los vecinos, obviamente asegurándonos que la puerta ofrezca seguridad.
No esconder las llaves
Esto puede parecer una obviedad pero es algo que hay que recordar y es que no se tiene que guardar la llave en el jardín o el piso dentro de un bloque. Nunca se tiene que hacer esto, a no ser que haya un conserje vigilando todo el tiempo. Entonces lo mejor es dejar una copia de la llave con un vecino de confianza por si sucede alguna emergencia.
Vigilancia
Otra recomendación es que tengamos a alguien de confianza que pueda pasar cada cierto tiempo por la vivienda, recoger el correo, regar las plantas, etc. Básicamente alguien que haga parecer que la casa se encuentra habitada. Obviamente esto incluye mantener un nivel de limpieza y aseo aceptable.
Para hacer esto hay dos opciones, la primera es pedirle el favor a un amigo o familiar de confianza. Pero si esto no es posible entonces está la opción de contratar a una persona que se encargue de esta labor.
Comprobar siempre la cerradura
Como última recomendación hay que revisar la cerradura para asegurarnos de que no está en mal estado. Por otro lado, luego de cada visita hay que cerrar bien la puerta, echar llave y comprobar repetidas veces la misma acción. De igual forma hay que comprobar que el resto de las puertas, ventanas o balcones están cerradas y no son accesibles para que se comentan robos.
Por último y ya para terminar te recomendamos realizar visitas periódicas a la segunda vivienda sobre todo si no tienes a alguien que cuide. De hecho, incluso si tenemos a alguien cuidando, es buena idea ir a ver como se encuentra la propiedad.